Los tiempos han cambiado mucho, y la forma de gobernar las organizaciones, también.
Hoy día un líder no puede dirigir una organización como hace 20 años.
Para describir, profundizar, interiorizar y desarrollar “El Liderazgo basado en la Efectividad” lo primero que hay que decir es que no se puede aprender y desarrollar con remedios rápidos.
Es un proceso de crecimiento y desarrollo personal e interpersonal que requerirá no solo grandes esfuerzos continuos, sino también de mucha paciencia.
Aumentando este esfuerzo incrementará su capacidad para lograr sus metas personales y profesionales y mejorar sus relaciones, notando como se vuelven más efectivas.
Nuestro método de “Liderazgo Efectivo” está basado en adquirir unos hábitos imprescindibles para lograr la efectividad duradera.

«Somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito»
— Aristóteles
Las técnicas tienen su lugar y son muy importantes. Queremos técnicas de comunicación, para relacionarnos con los demás y para hablar en público. Pero cuando utilizamos las técnicas careciendo de carácter, estas se vuelven manipuladoras, minando la confianza de nuestros interlocutores. Sin confianza ni confiabilidad no existe el liderazgo efectivo.
Como bien dice Chris Lowney: “Todo liderazgo comienza por el autoliderazgo. El liderazgo brota desde dentro y refleja tanto lo que soy como lo que hago. Los líderes maduran al comprender quiénes son y qué es lo que valoran, al tomar conciencia de las propias limitaciones y cultivar el hábito de la autorreflexión y el aprendizaje contínuo. Únicamente quien sabe qué es lo que desea puede emplear todas sus energías en alcanzar esa meta y animar a otros a hacer lo mismo”
No podemos aprender a trabajar cooperativamente con otros si no tenemos automandato interno. Para mandar a otros tenemos que mandarnos a nosotros mismos.
“Lo que somos comunica mucho más elocuentemente que lo que decimos o hacemos”. Stephen Covey.
En Javier Sarrasín trabajamos el liderazgo efectivo con distintas herramientas y dinámicas. Es un proceso metodológico de transformación de la persona, que la capacita para cumplir sus objetivos y para trabajar de forma cooperativa con otras personas. Resaltar los resultados que estamos teniendo y cómo la persona se vuelve más proactiva, se fija su misión, se administra mejor el tiempo, priorizando lo que es más importante de lo que es menos importante, aprende a trabajar con otra mentalidad de abundancia y con la actitud de ganar-ganar con consideración, pero también con coraje, aprende a escuchar de forma empática y a comprender antes de ser comprendido, aprende a sinergizar que trabajando juntos sumamos mucha más que de forma aislada, y por último y no por ello menos importante, el líder nunca debe de abandonarse, por lo tanto, la renovación continua es imprescindible en su vida.