En esta etapa inicial, el equipo se sumerge en la esencia de la marca y los objetivos específicos del proyecto. Se definen el mensaje clave y el tono adecuado para el público objetivo. Aquí se desarrollan las ideas, se elabora el guion y se establece la estructura narrativa del video. La planificación creativa es esencial para asegurar que el video transmita de manera efectiva el mensaje deseado y conecte emocionalmente con la audiencia.

Una vez que se ha elaborado el guion y se han definido los detalles creativos, comienza la fase de producción. Aquí se realizan tareas como la selección de locaciones, la contratación de talento, la adquisición de equipo técnico y la planificación logística. Durante la filmación, se capturan las imágenes y el sonido de acuerdo con el guion establecido, asegurando una alta calidad técnica y visual. Esta etapa requiere coordinación, creatividad y atención al detalle para garantizar que el resultado final sea fiel a la visión inicial.

Una vez finalizada la filmación, comienza la fase de edición y postproducción. Aquí se ensamblan todas las piezas capturadas durante la filmación para crear un producto final cohesivo y atractivo. Se realizan tareas como la selección de tomas, la edición de video, la mezcla de sonido, la adición de efectos visuales y la creación de gráficos animados si es necesario. Esta etapa es crucial para refinar el mensaje, mejorar la calidad visual y garantizar que el video cumpla con los estándares profesionales y las expectativas del cliente.